Fiji, oficialmente República de las Islas Fiji, es un país insular situado en el sur del océano Pacífico compuesto por un archipiélago de más 300 islas, de las cuales 110 están permanentemente habitadas, y más de 500 islotes, cubriendo un área total de 18.300 km2, que en términos de extensión es similar a Eslovenia.
En cuanto a situación política, Fiji es una republica desde 1987 tras un golpe de estado en la que el poder ejecutivo pasó del gobernador británico a un Consejo de Ministros encabezado por un primer ministro. La Constitución de 1990 fue redactada para que los nativos fijianos monopolizasen el poder político del país pero fue enmendada en 1997 permitiendo a los no nativos una mayor participación.
Fiji es pues una "democracia" en la que aproximadamente un 40% de los habitantes son indo-fijianos, descendentes de indios que vinieron a trabajar como esclavos en el negocio del azúcar de mediados del siglo XIX. La entonces colonia británica movilizó un gran número de mano de obra india hacia Fiji, donde trabajaron en unas condiciones muy pésimas. Después de varios años las familias ya se establecieron en Fiji y jamás regresaron a la India. Esto ha creado un tipo de marginación de los fijianos hacia los indo-fijianos, que se traduce en que en muchos pueblos viven en "barrios" diferentes y se mezclan poco, además de tener culturas muy diferentes y derechos diferentes en lo que se refiere al derecho de la propiedad sobre la tierra. Los fijianos tienen miedo que los indo-fijianos se apoderen de sus propiedades.
Esta rivalidad ha hecho que surjan continuos golpes de estado en cada legislatura (afortunadamente no violentos), y la Commonwealth expulsa y admite a Fiji cada dos por tres. Los gobernantes o dictadores de turno actúan sobre la constitución modificándola, anulándola o cambiándola a su antojo, entre otras cosas dando más o menos poder a los indo-fijianos y a los jefes, que son los llamados “chiefs”, es decir, una especie de gobernantes vitalicios de cada pueblo, comunidad, isla o provincia. No son elegidos democráticamente y tienen un gran poder en los pueblos pequeños y algo menos en las ciudades. Su poder en el conjunto del país depende del gobernante de turno y la constitución a la que haga caso. Así que la “democracia” de aquí es muy relativa.