Manase
Aquí no hay quien duerma! Mi segunda noche en fale y tampoco he conseguido dormir. Toda la noche las olas rompiendo contra las columnas de madera con lo cual ha sido imposible pegar ojo. Así que a las 6 de la mañana he optado para levantar las cortinas de la fale y ver cómo salía el sol. Momento espectacular, lleno de tranquilidad, sintiendo la brisa en la cara, el ruido del mar y viendo como el cielo iba rompiendo en colores. Todo esto visto desde mi colchón medio cubierta con una sabana y la mosquitera….
Al levantarme como era muy temprano me he quedado jugando con el hijo de la dueña, que solo quería que le retratara y no paraba de seguirme, así que le he hecho una sesión de fotos y he desayunado con él para que estuviera distraído. Al acabar he recogido mis trastos y he ido a coger el bus que me llevará hasta Manase, donde pasaré los siguientes dos días en la playa. Aquí la gente es tan amable que hasta me han puesto una silla en la calle para que esperara el bus sentada.
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