¡¡ Ya son 100 días viajando!!
Hoy, 29 de abril, si contáis en el calendario hace exactamente 100 días que inicié mi viaje. Como pasa el tiempo… Pero que increíble es hacerlo así porque puedo recordar lo que he hecho cada día… Si fuera Willy Fog ya habría podido recorrer todo el mundo, pero aquí sigo, explorando las antípodas paso a paso y sin perderme una!
Os voy a contar lo que he aprendido durante lo que han sido mis cien primeros días recorriendo mundo. Después de estar durmiendo en un sito diferente cada noche o cada dos, empaquetando y desempaquetando a diario y conociendo gente cada día, puedo deciros que ya he aprendido bien como es la “VIDA DEL BACKPACKER”:
El día del mochilero empieza de dos formas posibles: si tienes que coger bus, esto implica madrugón el 90% de las veces y si no tienes que cogerlo puedes dormir un poco, que la verdad se agradece…. Ahora bien, tampoco nada del otro mundo porque los “check out time” de los hostels son a las diez, no a las doce como los hoteles… Así que, si tienes suerte y no ha habido movida por la mañana, la tranquilidad en la habitación se acaba a esta hora porque el servicio de limpieza entra o si o si. Ahora bien, tengo que deciros que he aprendido a dormir con todo el ruido del mundo, así que pueden estar limpiando con la aspiradora a mi lado y yo durmiendo perfectamente.
Segundo paso del día es decidir dónde vas a dormir la siguiente noche. Normalmente si coges bus, lo primero que haces es colocarte tus auriculares con un poco de música para despertar, abrir la guía y mirar un hostel que esté bien. Mi elección, si no me han recomendado suele ser: céntrico, con servicio de recogida des de la parada de bus (así no tengo que andar con todo el peso), si no tiene servicio de recogida entonces que no esté muy lejos de la estación de autobuses, cocina grande y espacios comunes grandes son básicos, que tenga buenos comentarios en la guía de hostels y a poder ser que tenga internet gratuito. Recomendación: paga solo por una noche, si el sitio de gusta ya alargas la estancia, sino te cambias a otro.
A partir de aquí, cuando tienes transporte y alojamiento cubierto lo siguiente ya es planificar que hacer, que visitar, cómo y cuándo. No hay ningún día igual, porque nunca sabes que es lo que te espera, y eso es lo que creo que hace que sea tan adictivo el viajar. Tener que tomar decisiones continuamente, sin tener que repetir nada de forma monótona e ir descubriendo a diario no tiene precio.
by the way...genial la peli into the wild de sean penn la vi en Icaria y fue brutal, otro golpe más a mi dura carcasa aposentada aquí, hasta q un día se rompa y me lance...como este crack, amigo de mis padres, have a look a su blog cuando tengas tiempo, el dibujo de su hijo y lo que dice de vivir intensamente, es brutal!
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