Durante mi paseo de ayer por el mercado vi un lugar donde me podía conectar a internet (ya sabéis, la vuelta a la civilización y al contacto con familia y amigos…) pero ya estaba cerrado porque era tarde (las 5…) y en teoría no abrían hasta las 8:30 de la mañana del día siguiente. Así que hoy, bien puntual, estaba allí para intentarme conectar antes de que llegaran los del dive center a las nueve. Tal y como me imaginaba, la referencia del tiempo por esta zona es muy diferente a la que tenemos en Europa. Aquí hay que armarse de paciencia y el “Don’t worry, be happy” creo que es la regla que aplica. Como os podéis imaginar no han abierto pero he encontrado otro lugar donde más o menos he podido cargar la cuenta de correo para decir a la familia que todo bien por aquí.
De vuelta al barco los del dive center ya estaban allí. Hemos cargado los equipos y a media hora en zodiac hemos llegado a Kennedy Island. Joe’s Wall, una pared de coral, ha sido el primer punto de buceo y luego nos hemos dirigido a unos diez minutos de distancia en dirección sudeste de la isla para realizar la segunda inmersión en el Hellcat, un avión de la Segunda Guerra Mundial.
Sobre las doce ya estábamos de regreso al barco y la sesión de compras se ha iniciado. Los locales con canoas o barquitos se acercan al lado del barco y te ofrecen todo tipo de tallas. Nos hemos interesado por un bol tallado en piedra pero había un problema. No teníamos moneda local, solo unas cuantas kinas de sobra de Papúa con lo cual no le podíamos pagar (esta es una de las situaciones donde Mastercard no podría rodar su anuncio). En este momento me he dado cuenta de lo poco que vale el dinero aquí. Al vendedor le interesaba vender el bol, y si no hay dinero entra en marcha la economía de truque. La negociación empieza aquí: Dime lo que tienes y a ver si llegamos a un acuerdo. El vendedor, en este caso, nos ha pedido ropa a cambio, y a esto hemos ido. La oferta final han sido 40 kinas, dos camisetas de manga corta, una de tirantes para su sobrina y una botella de jabón. Respuesta del vendedor: Trato cerrado!
Esto ha sido hoy, 18 de junio del 2010 en Ghizo Island, en las Solomon Islands y cumpliendo 150 días viajados por el Down Under. Sigo pensando que no me parece que lleve tantos días fuera de casa porque la experiencia es única y cada día aprendes y ves algo nuevo. Sin duda, hay que vivirlo para entenderlo!